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Wednesday, July 12, 2006

Opposition bringing Colombian paramilitary death squads to Venezuela 

This blog has over 600 posts. Yet I don’t believe any of them are as scary and serious as this one. In today’s edition of Ultimas Noticias an article described how Colombian paramilitary organizations, responsible for killing thousands of people in Colombia, now have a significant presence in Venezuela. They are mainly concentrated close to the Colombian border in the Venezuelan state of Tachira.

In the article of couple of young paramilitaries now living in Venezuela describe how they got their start killing suspected guerrillas in Colombia, first torturing them in attempt to get information and later cutting them in pieces. Later the paramilitaries were being demobilized but these individuals moved to Venezuela because, as they put it, Venezuela needs to be rid of its “guerilla government”.

Now they claim to get assassination contracts to kill “people that cause problems directing land takeovers [hundreds of rural activists have been killed in recent years] and that support the biggest guerilla in South America that is in Miraflores Palacio”.


They charge 500,000 bolivares per killing, about $225, but charge significantly more if it is a local official or council person that is to be killed. They claim they used to be paid more but that now the price is falling due to “too much competition”. They claim not to know who was behind the Danilo Anderson murder (a former Colombian intelligence official claimed it was dissident Venezuelan generals along with opposition extremist Patricia Poleo who has now fled to the United States) but heard that a lot of money was paid for the job.

Below I am posting the full bone-chilling text of the article. This truly is a frightening development. This is not the first time there have been indications of this. Two years ago scores of Colombian paramilitaries were captured outside Caracas. But now it seems as though these murders are being brought in in larger numbers and are already carrying out significant numbers of murders. In a sense this not that surprising, the Venezuelan opposition, which has already tried coups and strikes to overthrow Chavez, is desperate to be rid of him. Knowing he is popular and can’t be defeated in an election at least in the short term they apparently decided once again to resort to violence.

This illustrates the importance of Venezuela developing a popular militia. It simply can’t afford to remain with its arms crossed when faced with this kind of threat. Nevertheless this is immensely tragic as surely blood will flow. But lets be very clear about who is responsible for this bloodletting – it is the Venezuelan opposition who has once again chosen bullets over ballots.

"Acabaremos con este gobierno DE GUERIILEROS"

Paramilitares dicen que no tienen plazo pero que avanzan Cobran 500 mil bolívares por matar a cualquier cristiano
Sencillo hermano, nosotros hemos llegado para quedarnos y punto. ¿No ve que la gente nos quiere y nos respeta? Bueno, nosotros los protegemos y hacemos que se cumplan las leyes. Aquí han desaparecido los delincuentes porque saben que los ponemos `piso’. Por eso, no vamos a acabar hasta que no quede ningún miserable de la guerrilla ni delincuentes".

con los militares, entre ellos a mis padres y hermanos".

El paramilitar relató que sus padres no podían negarse a apoyar a los militares, porque si lo hacían los uniformados podrían matarlos acusándolos de ser guerrilleros.

"No tenían otra opción y la guerrilla no pensó en eso y los mataron como a perros. Al cumplir con el servicio, no tenía trabajo y, como tampoco tengo estudios, no sabía de qué vivir, hasta que me contactaron las AUC y me fui con ellos.

Además, quería vengar la muerte de mi familia".

Su primer "sueldo" fue de 200 mil pesos, los suficientes para mantenerse y seguir pensando en la venganza.

"Tras el `entrenamiento’, comencé a trabajar cuidando `los embarques’ que hacíamos hacia fuera. En una oportunidad los guerrilleros quisieron quitarnos la mercancía y nosotros los vencimos. Matamos en el combate a tres pero capturamos a cuatro".

Luego, "Javier", con lujo dedetalles, contó como mataron a los subversivos y como se inició en el nada recomendable hábito de la venganza.

"Cuando confirmamos que eran `elenos’, yo le pedí al comandante que me dejara interrogarlos. Era la oportunidad que tanto había esperado para mi venganza. Primero les saqué las uñas de las manos con una tenaza para que confesaran dónde tenían la `caleta’ de las armas. Como no dijeron nada, les saqué la de los pies. Se desmayaban, lloraban, suplicaban pero no decían nada, hasta que me dieron la orden de hacerlos `piso’ (matarlos). Con la motosierra los piqué en pedacitos. Mientras los cortaba ellos suplicaban y gemían hasta que morían desangrados. Luego tiramos al río sus cuerpos, pero sus cabezas las dejamos guindando de cuatro palos, para que la gente agarre seña".

Con total normalidad, "Javier", comenzó a hablar y no paró hasta haber explicado el por qué se alistó en un destacamento paramilitar y el motivo que lo trajo a Venezuela, en esta entrevista que se desarrolló en el estado Táchira. Junto a él, otros cuatro miembros del "Bloque Catatumbo" de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), no sólo se encargaron de vigilar y proteger a su líder, sino que compartieron los motivos que los empujaron a hacerse paramilitares.

Delgado, de 1.78 de estatura, trigueño y con acento santandereano, "Javier", quien dijo que tenía 28 años, ocho de los cuales los ha vivido matando y cuidándose de que no lo maten a él, dice ser el segundo al mando del "Bloque Catatumbo" que no se desmovilizó.

Familia muerta. Mataron a mis padres. "Yo tenía 19 años y estaba en el ejército, sirviendo a mi patria, cuando me enteré que los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) mataron a mis padres y a dos de mis hermanos".

"La guerrilla llegó al pueblo donde vivian mis padres y donde antes estuvo acantonado un contingente militar. Cuando llegaron los guerrilleros, mataron a 16 personas del pueblo a las que acusaron de colaborar

Así "Javier" comenzó su larga cadena de muerte y dolor, la misma que ha trasladado hace un año a Venezuela.

No aceptó plegarse a la desmovilización porque no tenían garantías de que no fueran juzgados por los crímenes que habían cometido y, además, porque decidieron venir a Venezuela cuyo "mercado" se les presentaba muy apetecible.

Seguir armados. "Decidimos seguir armados porque todavía nuestra misión de acabar con los facineroso de la guerrilla y de los que los apoyan, no ha terminado y porque en este país nos necesitan".

El jefe paramilitar aseguró que han recibido numerosos "encargos" para deshacerse de personas que para algunos resultaban incómodas.

"Aquí no funciona la justicia, entonces nosotros tenemos que hacer que se respeten los derechos de las personas. Cualquiera que quiera resolver algún problema se comunica con nosotros y tiene la seguridad de que lo resolveremos".

Confirmó haber recibido varios contratos para "tumbar" (asesinar) a "personas que causan problemas dirigiendo invasiones de tierras y apoyando al más grande guerrillero de Suramérica que se encuentra en Palacio de Miraflores".

"Cumplimos los encargos en varios estados, de gente que paga muy bien por ello, además de brindarnos la logística, pero yo no voy a hablar de quienes nos contrataron. Eliminamos a esas lacras, ayudamos a la tranquilidad de Venezuela".

Aseguró que para matar a cualquier delincuente o a una persona que tenga problemas con otra lo mínimo que cobran son 500 mil bolívares o pesos.

"Cuando se trata de algún dirigente, concejal o parecido, la tarifa es mucho más alta, pero por cualquier otro peladito se cobra 500 mil. Antes se pedía más dinero, pero ahora hay mucha competencia".

Sin embargo, aceptaron que cuando se trata de hacer un favor a alguna persona, especialmente a quienes pagan la vacuna, pueden recibir algún artefacto eléctrico a cambio como un televisor o licuadora.

Plan político. El irregular aseguró que no son "máquinas de matar como nos han presentados los medios", sino que también tienen una organización y fines políticos.

Desmiento de si alguien de las AUC habría participado en el atentado que cobró la vida del fiscal Danilo Anderson, pero sí dijo que escuchó que había mucho dinero para ese y otros "trabajos".

Indetenibles. "Nadie nos va a detener, tenemos muy buenos amigos en Venezuela y también dentro de las policías, aunque en San Cristóbal nos han botado a algunos compañeros, todavía quedan varios. Ellos han comprendido que es mejor estar de nuestro lado que en contra nuestra. Les pagamos un sueldo superior al que ganan y los ayudamos con sus problemas. Estamos creciendo rápidamente en la medida en que la justicia no es efectiva en su país".




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